Esta mañana mientras trotaba se venía a la mente un texto de una de las obras que más me ha gustado: "Conocer que el cielo azul, conocer que el mar azul, no es suficiente para el que conoce, es suficiente para el que desconoce, he de posar mis ojos allá en el recorrido, he de posar mis ojos allá en el camino sin camino... he de dividir, he de gobernar...",este texto era de Ivanna en las Hermanas del Réquiem y parecía una profecía del rumbo que toma hoy el proyecto, ese texto retumbaba en mi cabeza en Popayán en el año 2006 cuando me paseaba por el pasillo de salida, lo recuerdo tanto porque esos momentos, eran momentos de total reflexión personal, ahora lo recuerdo y me traslado a aquella época como si fuera ayer.
El camino sin camino, es incierto e invivible cuando pesa la vida de los que quieren caminar, pero se cansan con facilidad y entonces la cargase hace insostenible, yo quisiera que cada uno de los artistas que acompañan los días de la Compañía encontraran en ella el valor de una verdadera vida en las artes y no sólo un escenario para aprender o hacer experiencia; sólo una verdadera ideología sobre el arte que hacemos nos llevará a madurar nuestra idea y trascender en la historia.
Justamente ese peso es el que se intenta alivianar con reuniones como la que tuvimos ayer, reuniones sobre el liderazgo del proyecto, que ya no es nada fácil, para nadie, pues hay una complejidad organizacional que exige de todos "pensamiento";pero justamente de eso hay muy poco, no por querer ofender o asumir que no se "piensa"peyorativamente, si no entender que no se "piensa"el proyecto de verdad, sus necesidades, su futuro, su presente, su equipo...
Pienso también en aquel tema de la enfermedad, porque siento que cuando intentamos dar el paso hacia una expansión artística de tener más obras en cartelera, tenemos que curar y reparar la que nos permite mantenernos en una idea artística; entonces creo que el progreso en la Compañía a veces se encuentra detenido, no podemos pasar de esa primera idea aunque queremos y no sentimos grandes y nuestros fueros nos llevan a presumir de la estética creada, de la estética que todos sentimos como propia... yo ya no quiero más la detención, quisiera tener la certeza, la cercanía latente de la proactividad artística de cada uno de sus miembros, no el ego engrandecido que a veces siento afecta terriblemente a nuestra casa hermana de Popayán.
La enfermedad entonces parece ser una constante en la Compañia, ayer en la reunión de los actores cuando estamos intentando acercarnos al grupo que dará vida a una segunda temporada de nuestra exitosa obra "La Llave"; una actriz se justifica en su enfermedad y asume una posición radical sobre el asunto, en donde se cuestiona la humanidad cuando se intenta hablar de perfección en la misma, cuando mi madre enferma se encuentra en la Clínica y yo tengo que darle la cara al proyecto como si nada pasara, con la frialdad más grande que he sentido, siendo víctima de mi propio invento, pero sientiendo que con ésto se comprueba que así debe ser, la Compañía requiere de total entrega y ésto no implicó que abandonara a mi madre a su suerte, no; implicó que inteligentemente acompañara los dos procesos a pesar de lo que cada uno me exigía. Finalmente creo que mi deterioro de salud está ligado a todos los influjos recibidos hasta ahora, en donde por supuesto no puedo decir que todo es malo, para nada, hay cosas maravillosas que permiten creer en el enfermo, pero que para que con esperanza podamos encontrar la cura, todos debemos ser concientes de la enfermedad y de lo que queremos lograr en medio de ella.
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