La Sospecha es una obra a la que le guardo un especial afecto por lo que ha representado para mi vida artística, es una obra que deja ver la verdadera esencia de un artista que renuncia al teatro y que quiere resurgir en su propia idea del teatro.
La Sospecha llegará a Bogotá y espero que con ella la consolidación de nuestro teatro, de nuestro esquema que de seguro dará de qué hablar, por desprecio o por pasión hacia la particular forma de traicionar el ego del dramaturgo, a romper lo que nunca se construyó.
La Sospecha y la familia Sarmiento llegarán para quedarse mucho tiempo, esperamos poder llevarla al límite de su representación, hasta el día que creamos que no hay nadie más a quien podamos presentarla, ese día entonces debe desaparecer y ojalá mis palabras no sea las palabras de la soberbia, sino que sean las palabras del firme convencimiento, del firme éxito, de la firme certeza de que un nuevo teatro debo nacer entre nosotros.
1 comentarios:
Estan profundo lo que usted escribe... pienso la ansiedad de estar ahi de aquel día llegue para saber que es un proceso de dirección...saber que es un fracaso desde este punto de vista de saber la gran felicidad de mis obras...de significarla...pero de preguntarem ¿que estoy haciendo para llegar ahi...para escribir con profundida...
Publicar un comentario