LA HISTORIA DE UN DESCONOCIDO

Cómo puede uno conocer a una persona y luego despertar y tener certeza de que no la conoce; eso parece un texto de obra maluca del absurdo, pero sucede, sucedió en los pasillos de la Casa Teatro de Bogotá, un actor que es un perfecto desconocido cuenta la historia de su vida que es la historia de un personaje que construye para vivir sus días como quiere, la enfermedad de la mentira es letal porque no se puede diagnosticar, se viste con su manto transparente y uno confía, uno tiene fe, uno cree que lo que ve es verdadero, pero uno se resiste a pensar que la mentira es la que ve... las mentiras son la forma más desfigurada de la verdad, por eso el final de una mentira y para que ella pueda significar se encuentra la verdad, mentiras sacan verdades...

Es la historia de un desconocido que era conocido... ¿usted lo conoció?...

LA VIDA EN SUEÑO O EL SUEÑO EN LA VIDA

Cuando se es un soñador se corre el riesgo de ser mal interpretado; sobre todo cuando ese sueño comienza a tomar forma y vincula a muchas personas que sin querer comienzan a ser parte del plan, creo que el mayor de los riesgos de invitar a la gente a soñar es que sean incapaces de hacerlo y es en ese momento en donde se puede encontrar al férreo y determinado enemigo o al incondicional amigo, pero el mundo de un soñador, de uno verdadero, está lleno de riesgos, pues una meta presupone un esfuerzo para alcanzarla, parece que hace parte del significado y por eso se usa esta palabra para significar el último punto de trayectoria en una competencia de exigencia física.



Un verdadero soñador está lleno de acciones, tiene una historia que contar, tiene un camino por recorrer y mucha gente por conocer; pero lo que definitivamente lo define como un soñador es que en sus días no existe otra palabra más que la que narra ese sueño, es dueño de su tiempo, es dueño de su consciencia, es dueño de si mismo y de sus acciones. Pero qué pasa cuando el sueño se quiere compartir, cuando no sólo se trata de mí, si no que en la´ambición se quiere construir una nación que sueñe, mucha gente que sea capaz de lograr poner su condición humana al servicio de lo que se desea, de lo que se quiere, de lo que se cree es la solución definitiva para el problema social de desarrollo que se enfrenta, cuando se toma la decisión de vincular a otros, se toma el mayor de los riesgos, el riesgo de ser odiado y el riesgo definitivo de ser amado.

La disciplina y el autocontrol serán definitivos para que las acciones colmen el trayecto hacia la meta y entoces el proceso será parte de la vida; y ese proceso no podrá ser esencialmente personal, debe ser un proceso de pensamiento, un proceso en el que el espíritu sirve de base de control para el camino a la meta; a veces la disciplina estricta, el rigor personal para lograrlo parece que vuelve todo contra la persona, pero un verdadero soñador sabe que tiene que diferenciar su propia humanidad de sus acciones y sólo así logrará que su vida en función de su sueño no sea una pesadilla, sino un feliz camino que permite cada día el desarrollo, el progreso.

Un artista debe ser un soñador autónomo, debe aprender a soñar y debe ser muy inteligente para cumplir su sueño, porque sino su obra no será más que el asomo de sus capacidades, pero su talento será disminuido por la incapacidad de poner su vida en función del arte.

El sueño debe ser imaginado o puede ser heredado, eso creo importa poco para una persona ambiciosa que sabe lo que quiere hacer de su vida, que sabe con determinación a dónde quiere llegar, lo más importante es saber reconocer si se es un soñador o si simplemente se es un punto más en el espacio, un grano de arena más del desierto, eso finalmente uno lo sabe, sólo debe hacer el inventario de acciones y entonces obtendrá su respuesta.

Creo que la peor condición es la de aquel que cree ser un soñador cuando lo que verdaderamente es, no es más que un operador de sueños, de otros; y que luego podría llegar a señalar, crucificar, matar u odiar por haberlo invitado, lo culpa de sus decisiones, lo puede masacrar socialmente, pues a quien tú ayudes hoy, mañana será tu potencial enemigo... es pesimismo o es realismo.