DESPUÉS DEL TORBELLINO

Dicen que después de la tormenta viene la calma... ¿calma?, no hay tal y la tormenta sigue creciendo, cada noche de función es un verdadero riel de montaña rusa, todo parece estar bien, pero en esencia no lo está; a veces no sé si es que mis ojos quieren ver con capricho los errores, a veces ellos no ven la historia que intentamos contar, a veces si la ven.

La presión es un estado difícil de soportar, llega un momento del día en donde ya no doy más... en donde todo parece ya no importar, en donde todo pierde su sentido y entonces surge la pregunta ¿para qué?... ¿tiene algún sentido?, es como soñar despierto, pero el sueño no es sueño es pesadilla que se posterga y repite su sino trágico.

Perder la comprensión de quien se anhela, es difícil, el sentimiento de soledad en el pensamiento es un abismo en el cual se cae de manera vertiginosa, la caída libre... caer y caer, así me siento, a veces considero que los esfuerzos no alcanzan a tomar la fuerza y el valor necesario para sacarnos a flote, pareciera que no se puede volar, no se puede flotar.

Hoy en la casa hay un silencio que agobia, todos parecemos cansados y no vemos la salida, no vemos la salida, o por lo menos yo no la veo, lo único que veo es un hoyo negro por el cual al parecer hay que escapar del problema, sólo que no sé hacia dónde me lleve, a qué sitio.

Revisando en mi pensamiento, en las cosas que he escrito, en lo que recuerdo en la sensación que en este momento me acompaña, sólo puedo identificar una latente incertidumbre... quisiera contestar tantas preguntas y no puedo... que impotencia, que cansancio, que agobio, parece el futuro sin futuro, no el no futuro, eso es una esperanza, eso es una ilusión, pero a qué costo... es la humanidad entera.

Todo toma el mismo matiz, todo toma el mismo color, los días se vuelven las mismas horas que se repiten y se repiten y no me dejan vivir, me condenan a vivir en el arte, me premian con la vida en el arte...

Finalmente lo que espero nunca llega, la vida es como una larga espera, la vida escomo ocupar una sala de espera en donde todos tenemos con paciencia hallar la respuesta de algo que no sabemos si va a llegar.

Torre V me agonia como ningún otro proyecto, no quiero asumir otra equivocación, no quiero tener la certeza de que me equivoqué de nuevo, quisiera empezar de nuevo, sé que el camino no será fácil, de eso tengo claridad, pero... ¿la soledad?, soportarla es lo más duro del asunto.

¿A dónde se fue la protección?, ya no hay tal porque en este momento nadie puede salvarse a si mismo, ya entiendo tantas palabras que se dicen sobre la vida salvaje que llevamos a diario...

Dios escuche mis palabras, puede que sea una queja, puede que sea un pensamiento en voz alta, puede que sea una reflexión más, lo único que sé es que quisiera dejar esto que hago para siempre y a la vez no sé qué haría sin esto en los días de mi vida...

Que dura que es la Niebla.