Cuando todo se nubló...

Jamás olvidaré las emociones vividas durante las semanas pasadas, "jamás las olvidaré" y no lo digo como considerando mi condena, como si me gustara darme duro, como si me gustara sufrir, digo, que jamás las olvidaré porque considero han determinado un quiebre en mi vida, creo que no las olvidaré porque sentí en ellas la oportunidad de aún seguir sintiendo felicidad en plenitud, mi madre sigue con vida, mi madre salió de un duro momento y eso me hace sonreír, eso me hace más fuerte.

Cuando todo se nubló su rostro se esfumaba de mi memoria, aferrándome a ese recuerdo vivía el delirio de las horas que pasaban en medio del murmullo del que quiere dar consuelo, del que quiere acompañar y tomar un poco de la cena, ese murmullo que me ayudaba a permanecer estático, ese murmullo que me hundía en lo más profundo de mis emociones.

Cuando todo se nubló una inevitable sensación de soledad acompañó mis días, un terrible frío me indicaba que no había abrigo, que no había sosiego, que la soledad y el frío son compañeras de infortunio, qué solo me sentí en medio del afecto de los que me daban afecto... solo.

Cuando todo se nubló el llanto, la lluvia, la luz intermitente roja bañando la calle, de mi boca mucho humo, en mis ojos un largo pasillo de asfalto, era como un sueño al mejor estilo de Buñuel, los rostros que me miraban sin verme me hablaban y sólo tenía una idea nefasta en mi cabeza, una idea que no me dejaba respirar, una idea que me quitaba las ganas de respirar, mucho humo en mi boca, una y otra vez.

Cuando todo se nubló pasé mil veces por la puerta de cristal, allá estaba ella mirando con desamparo, anhelando un futuro que juntos podíamos reconocer, pero que ahora se presentaba incierto por lo incierto del destino, maldito oráculo pensaba; pues sólo su desgracia toca la vida del mortal por capricho del tiempo que requiere del drama para ser vida.

Cuando todo se nubló escuché el clamor, sentí el calor en donde sólo había frío, sentí los murmullos dándome ánimo, los escuché cuando yo estaba solo, cuando nadie había, abracé la compañía cuando lo único que me rosaba era el viento, sentí el ardor de un milagro, en él, hallé regocijo para mi espíritu y anidé la esperanza.

Cuando todo se nubló pasaron las siete horas, pasaron los siete siglos, pasaron las siete plagas y yo detenido en ese eterno pasillo blanco en el que la vida se fue entre mis manos, me recordé, me perdí y de seguro nunca me hallé; hasta que el ángel atravesó la puerta de cristal y me entregó el mensaje de la esperanza, me regaló la profecía del milagro, los ángeles celebraron a mi lado, cuidándome, observándome con sinceridad, con la sinceridad que quiero ver en sus ojos.

Cuando todo se nubló ella busco refugio...Susana, Susana... me tomó la mano y llegó de nuevo al lugar en el que los cuatro la esperamos durante horas, durante siglos, durante plagas...nunca nos fuimos porque aún el cordón no está roto, ella nunca lo rompió... con ninguno, somos cinco, somos uno... lo sabemos.

Cuando todo se despejó vi sus ojos brillar, vi su sonrisa natural, comprobé que era ella la que me hablaba, comprendí su lenguaje, entendí su belleza, acepté su cambio que lo único que representa es la doble oportunidad...comprendí que si hay un absoluto regidor del destino... un oráculo, un ser natural, una deidad, un Dios que está por encima de nuestra razón, de nuestra emoción, me tocó, me observó... nos ayudó y a los seis nos encontró de nuevo en el lugar en el que siempre hemos querido estar...somos seis para siempre, somos seis unidos por el cordón que ella nunca ha roto... dolor postergado, felicidad presente...gracias a los que murmuraron... gracias a quien me tocó...

3 comentarios:

antonia dijo...

que lectura tan hermosa, siente una al leerla ese dolor sufrido esa soledad del alma,esa union de seres reunidos por el dolor,el sabor de la esperanza,y sobre todas las cosas el amor que emana de ese corazon.Que alegria se siente al leer, saber que hay seres que uno ama de esa forma,y que inspiran tan bellos pensamientos.

waldiina dijo...

¡Ufff!.Que manera de escribir, de sentir de pensar, de amar, de entrar en lo insondable de las musas creadoras.¿También poesía?.
Hacía días que no leía nada de la compañía, quizá por nostalgia, por abandono o por lo que sea, pero hoy que me encuentro con este tipo de poesía debo inclinar mi cabeza ante su autor. Felicitaciones Mauricio y que Dios le bendiga.Waldina

amaranta dijo...

Cuantas cosas inspiran la tormenta y la soledad , el dolor profundo del corazón que aunque muchos te suusurraban para apoyar ...solo tu sentias ...solo tñu sufrias sin consuelo ...cuando todo se nublñe pense en ti ...pense en mi ...pensaba en ellas ..en sus luchas ...cuando todo se nubló la luz nos sorprendió...

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